Safranski, Rüdiger. 2017. Tiempo. La dimensión temporal y el arte de vivir, Tusquets Editores: 245-246.
¿Por qué resulta tan difícil desprendernos, no sólo de los otros, sino también de uno mismo? No basta la referencia al egocentrismo, moralmente censurable. También en otros aspectos estamos acostumbrados a superar la mera subjetividad con actitud objetiva. También estamos acostumbrados a adoptar aquel punto de vista objetivo desde el cual se ve una realidad que se las compone muy bien sin nosotros mismos. Pero en tal desprendimiento no sólo deberíamos llevar a cabo esta parte objetiva, sino que habríamos de aportar algo más, a saber: la capacidad de poder realizar esta visión objetiva con un sentimiento subjetivo de aprobación, o sea, habríamos de ser capaces de fundir la visión interior con la exterior. Deberíamos ser capaces de sentirnos amigos de una realidad en la que ya no participamos. Yo no estaba presente antes de mi nacimiento; ¿por qué me preocupa mucho la futura ausencia? Probablemente está relacionado con la dificultad ya comentada de que la vida consciente de sí misma pueda representarse su propia ausencia. El problema no es una ausencia sin presencia anterior; el problema es más bien la presencia que desaparece. ¿Por qué es un problema? Porque es una presencia para el mundo, y, si desaparece la presencia, ¿dónde queda el mundo? Sin duda ahí, eso me lo digo yo desde un punto de vista objetivo. Pero queda una especie de espina, la inquietud paradójica por el hecho de que no sólo desaparezco yo del mundo, sino que desaparece un mundo entero, porque era el mío y no hay otro. Es este abismo del no ser el que nos hace estremecer.