Spaemann: el filósofo y el utilitarismo

Spaemann, Robert. 2014. Sobre Dios y el Mundo. Una autobiografía dialogada, Biblioteca Palabra, cap. V.

«[P]or «ética teleológica» hoy no se entiende una ética anclada en la naturaleza, sino una moral funcionalista o utilitarista, para la que el valor ético de la acción reside en el conjunto de las consecuencias que cabe esperar de ella: será una acción buena si sus efectos previsibles son en conjunto mejores que los de cada acción alternativa. Y la valoración de ese plexo de consecuencias puede hacerse de diversas maneras.

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«El utilitarismo clásico establece como el más alto fin la consecución de la mayor dosis posible de placer para la mayor cantidad de gente posible. El así llamado «utilitarismo ideal» pone la meta en el aumento global de contenido de valor [que el mundo aumente su contenido de valor]».

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«El hecho de que las posturas y los movimientos filosóficos se presenten como «ismos» siempre es una señal de su fracaso. Como ciudadanos, algunas veces hemos de tomar partido. En Atenas se condenaba a muerte a quien no tomaba partido en una guerra civil. No obstante, en tanto que filósofo, el filósofo no debe tomar partido, sino intentar averiguar de qué tratan las posturas filosóficas contrapuestas. El filósofo no quiere ser una parte en el conflicto; lo que quiere es entender el conflicto. Debido a la insuperable finitud de su perspectiva, la Filosofía nunca llega a conclusiones definitivas. De acuerdo con esto, la Filosofía es una aspiración permanente, y, si cae en el conformismo, entonces deja de ser Filosofía. «No dejes de considerar lo que se puede pensar contra lo que piensas». Esta frase de Nietzsche debe valer como máxima para todo filósofo».

Acerca de Martin Montoya

I am Professor of "Ethics", "Philosophical Anthropology", and "History of Contemporary Philosophy" at the University of Navarra, researching on practical philosophy.
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