Brague, Rémi. 2010. La infraestructura metafísica. Ensayo sobre el fundamento de la vida humana. Barcelona, Cruillá: 38
“El optimismo establece que este mundo en que vivimos es el mejor de los mundos posibles porque un mundo aún mejor obligaría a la coexistencia de situaciones que no son posibles al mismo tiempo (es decir: son situaciones composibles). Simétricamente, el pesimismo establece que este es el peor de todos los mundos posibles, porque si fuera aún peor, no podría subsistir. Podemos notar de pasada que la idea según la cual un mundo totalmente malo, una especie de infierno, no podría existir, constituye el último homenaje (de la misma manera que podemos decir que la hipocresía es un homenaje del vicio a la virtud) a la identidad del ser y el bien”
Nota: Nietzsche propone un nihilismo como devaluación de los valores más elevados. La existencia no se soporta y por tanto no se puede tener ningún derecho a pensar un más allá de las cosas que nos pueda salvar. La utilización del la palabra valor, es ya una mutación en la comprensión del bien. Brague propone entender el nihilismo en forma negativa: éste afirma el nihil, ‘no-res’, la nada. Por tanto el nihilismo es un ataque contra una tesis fundamental de metafísica escolástica: la convertibilidad del ser y el bien.