Llano, Alejandro. 1981. El futuro de la libertad, EUNSA: 89
Esta imbricación de acción y conocimiento es lo que confiere a la técnica contemporánea su carácter progresivo y global. No es sólo un conjunto de «técnicas» aisladas, sino el sistema de una nueva configuración de la naturaleza y la sociedad, en el que se registra una compleja trama de factores interdependientes muy diversos. Tal sistema tiene una índole creciente objetiva: los productos técnicos pasan a formar parte del mundo y determinan en buena medida los cauces del progreso futuro. […]. Es precisamente este carácter de determinación objetiva el que hace de la técnica actual algo humanamente problemático. […]. La decisiva cuestión del sentido del hombre, de su sentido personal, se torna evanescente si nos atenemos sólo a esas exigencias del entorno técnicamente conformado. En la sociedad tecnológica, el hombre real y concreto se encuentra a la fría intemperie, perdido, desarraigado. Ya no sabe lo que le pasa ni lo que debe querer. Se considera a sí mismo como un módulo funcional de la maquinaria productora que puede conducirle hacia cualquier parte.