Rodriguez Luño, Ángel. 2015. La difamación, Rialp: 35-36.
Otra tendencia que debemos tomar en consideración es el deseos de autoestima [44]. Cuando llega la pubertad, comienza a formarse en el adolescente una conciencia cada vez más clara de su propia autonomía. Se descubre como un yo distinto y cada vez más autónomo respecto a los padres, hermanos y al ambiente circunstante. Adquiere consciencia del valor que posee por sí. Junto a la necesidad de ser estimado por los demás, aparece una nueva tendencia, el deseo de autoestima, que se refiere a la dignidad y al valor personal captado por el propio juicio, sobre el que se funda precisamente la estima de sí, que junto al componente intelectual posee también dimensiones afectivas (sentido de superioridad o de inferioridad, vergüenza o desprecio de sí mismo) y sociales.